Como se mencionó anteriormente, podría decirse que el taylorismo y el fordismo son unos de los primeros modelos administrativos que fueron utilizados a partir de la revolución industrial. Sin embargo, la dinámica de estos modelos hoy en día no aplica para varias organizaciones debido a elementos del mercado y del cambio. Desde el contexto japonés, podríamos mencionar, inicialmente, el toyotismo, modelo que integra conceptos como calidad total, mejora continúa de la calidad, inventarios justo a tiempo, etc.es un modelo fuertemente orientado a la calidad y alcambio.

El Taylorismo se caracteriza por la estandarización de las operaciones, la separación entre las operaciones de gestión y las del taller, de tal manera que el obrero se ajustaba a las normas patronales, con el propósito de maximizar la producción eliminando tiempos y movimientos innecesarios, disfunciones e interrupciones en los puestos de trabajo. Esto en concordancia con la teoría del valor trabajo que ve en el trabajo la fuente de la riqueza, de tal manera que un aumento en su productividad favorecería la acumulación del capital.

Sin embargo, en la década de 1920 se presenta en Estados Unidos una crisis de sobreproducción evidenciada en un subconsumo de masas frente a la capacidad de producción instalada, surgiendo el Fordismo como un modelo innovador que propiciaba un mercado de masas que absorbiera la producción acumulada.

En el Fordismo el control sobre el trabajo se da a través de normas asociadas a la línea de montaje (dispositivo automático) que determina la operación requerida y el tiempo asignado para su realización. Esta línea de montaje disminuía a cero el tiempo de transporte, maximizando el tiempo efectivo de producción.Esta característica, unida a las políticas de regulación estatales definidas por Keynes, propiciaron el consumo de las grandes cantidades de producción.

Esta clase de modelos administrativos llevaron a los límites la capacidad de producción del ser humano, debido a que el valor agregado que podía aportar el obrero llegaba hasta donde las operaciones definidas por la línea de ensamble le permitieran. No había lugar a la innovación fruto del aporte del obrero de acuerdo con su experiencia para optimizar su trabajo.

Después de la segunda guerra mundial hasta la década de 1960, se propició el desarrollo de grandes organizaciones burocráticas, cuyo modelo de administración fue, precisamente el modelo burocrático definido por Max Weber.

El Toyotismo surge hacia los años de 1950, debido a la necesidad de un modelo administrativo, que permitiera la producción de pocos artículos, pero de muchas líneas diferentes, esquema totalmente diferente a la producción en masa y en serie, de donde surgieron los modelos Taylorista y Fordista.

Mientras que en los modelos Taylorista y Fordista, la rentabilidad es producto de las ventajas de la economía de escala, en el Toyotismo, procede del uso óptimo de los distintos recursos, es decir, en mantener cero inventarios (inventarios justo a tiempo), uso óptimo y permanente de los equipos, espacios y trabajadores necesarios, y de la asignación flexible de los trabajadores en distintas líneas de producción para mantener de manera continua varios flujos de producción. Estos conceptos permitieron la generación de fábricas ligeras y flexibles.

Las principales características del Toyotismo son:

  • Suministro de inventarios justo a tiempo, de acuerdo con los requerimientos del cliente final.
  • Integración de subcontratistas en una red de proveedores dispuestos a colaborar en el momento oportuno de acuerdo con las necesidades del mercado.
  • Integración de un equipo con elevada capacidad profesional, en lugar de obreros, capaces de tomar decisiones para corregir errores en el momento que se presentan (cero – defectos) y proponer innovaciones en el proceso.
  • Se orienta hacia un modelo de mejoramiento continuo (kaisen) porque cada aspecto está abierto a la discusión, experimentación y comprobación de alternativas.
  • Toda la organización actúa de forma organizada de acuerdo con las necesidades que surjan en el entorno, que es un ambiente variable, complejo e incierto.
  • Se presenta una tendencia a la incorporación de nuevas tecnologías a los procesos de producción para reemplazar el trabajo rutinario (robotización de las operaciones).

En contraste con estas ventajas, este modelo Japonés ha sido criticado por efectos adversos sobre los trabajadores como el empeoramiento de las condiciones laborales, ritmos intensificados, horarios prolongados, sindicato destruido y presión por parte de la gerencia para obtener una disponibilidad ilimitada de los trabajadores.

Recomendamos la lectura del profesor Gallardo para profundizar en estos modelos. Es interesante comprender el contexto de estos modelos administrativos, pero es necesario que se extiendan estos conceptos a empresas de servicios, dado que el artículo se enfoca a plantas de producción que es donde surgieron esta clase de modelos.

  • Lectura recomendada:

GALLARDO, Anahí. Nuevas formas de organización frente a la reestructuración productiva. En: Gestión y estrategia [Versión Digital]. Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco. Nº 13, Enero – Julio, 1998. Consultado el 15 de julio de 2006. Disponible en:

http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num5/doc03.htm

Como lectura complementaria recomendamos el artículo de Adams Bound, traducido por Arturo Sánchez, para profundizar en los aspectos de la calidad total, pero a la vez para evidenciar la necesidad de hacer evolucionar el modelo.

Lectura complementaria:

BOUNDS, Adams. Más Allá de la Administración de Calidad Total hacia el Paradigma Emergente. Traducción de Arturo Sánchez Martínez. En: Gestión y estrategia. [Versión Digital]. Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco. Nº 0, Julio-Diciembre, 1995. Consultado el 15 de julio de 2006. Disponible en:

http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num8/doc13.htm